Como una persona de negocios, asesora de belleza, y mujer de abogado, Elizabeth Arden fue una inspiración
para las mujeres de todo el mundo. Eso es tan cierto hoy como lo fue hace 100 años.
A partir de 1910, una época en que era raro que las mujeres usaran maquillaje y mucho menos abrir
su propio negocio, Elizabeth Arden abrió su primer tienda en la Quinta Avenida y
comenzó a construir una de las primeras marcas mundiales de belleza.
Y en 1946 se convirtió en una de las primeras mujeres que aparecieron en la portada de la revista Time.
Hace más de un siglo, Elizabeth Arden creó una empresa basándose en la fuerte creencia de que «estar bella es un derecho que tiene toda mujer desde que nace». En la actualidad, la empresa, pionera en la industria estadounidense de la belleza con sus particulares salones de belleza Red Door y productos cosméticos innovadores, comercializa sus productos en más de 100 países de todo el mundo. No obstante, del mismo modo que la empresa ha ido creciendo, la visión de su fundadora, que trataba de compaginar ciencia y naturaleza para desarrollar productos naturales de la más alta calidad para sus clientas, también ha evolucionado hacia un pensamiento más amplio enfocado a conseguir resultados aún mejores.
Elizabeth Arden asume la responsabilidad, no solo de mejorar la vida de sus consumidoras, sino también de mejorar, proteger y preservar el medio ambiente, a nivel local y mundial, en todos los lugares donde comercializa sus productos.